Concreción de representaciones iconográficas

Cajillo del trono

Madera muy oscura con decoración tallada de grutescos y cenefas renacentistas y platerescas.

Una cenefa perimetral completa presenta una filacteria cuyo texto en latín transcribe los versículos 16 y 17 del capítulo tercero del evangelio de S. Juan: «Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en Él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo».

«Sic enim dilexit Deus mundum, ut Filium suum Unigenitum daret, ut omnis qui credit in eum non pereat sed habeat vitam aeternam. Non enim misit Deus Filium in mundum ut iudicet mundum, sed ut salvetur mundus per ipsum».  Jn. III, XVI-XVII.

Además, flanqueando las cartelas y en las esquinas del trono aparece un total de 14 atlantes de bronce y diferentes entre sí, de los cuales los cuatro que flanquean las dos cartelas centrales representan las distintas razas de la humanidad, simbolizando la universalidad de la Redención ganada por Cristo.

Frontal

Motivo central y único: Tabernáculo albergando el Cordero Pascual sobre el libro de los Siete Sellos, alegoría apocalíptica de la Eucaristía. En su pedestal puede leerse el lema de la Archicofradía, tomados de versículos del himno eucarístico “Pange Lingua”, compuesto por Sto. Tomás de Aquino: «Nobis natus, Nobis datus, ex María Virgine», «A nosotros nacido, a nosotros dado de María Virgen intacta». En el fondo del templete, cartela con la siguiente inscripción: “Agnus Dei quitoli pecata mundi paces nobis” (“Cordero de Dioz que quitas el pecado del mundo, danos la paz”).

Trasera

Motivo único: Cartela central con altorrelieve de bronce en el que aparece una alegoría del Juicio Final de cada persona mediante la representación sincrética de tres temas clásicos de la iconografía cristiana: el Crismón, el símbolo más antiguo de Cristo Dios inserto en la Trinidad; la Psicostasis, antiquísima alegoría del Juicio Final mediante el pesaje individual del alma de cada persona —imagen  de la balanza, sostenida por el brazo de Cristo, con las obras buenas en un platillo y las malas en el otro—; y las Tres Edades del Hombre, Infancia, Madurez y Vejez, tema típicamente renacentista y cuyo significado alude a la futilidad de la vida y al hecho de que nadie sabe cuando acontecerá el momento de su muerte terrenal.

Lateral derecho

Casetón o cartela central en altorrelieve de bronce: Género humano auxiliado por las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad; y las cuatro cardinales: Fortaleza, Templanza, Prudencia y Justicia.

Cuatro tondos en bronce: Moisés y el Decálogo; Encarnación de Cristo; Epifanía; y Pentecostés.

Sobre la cartela central, alegorías exentas: la Razón y la Pasión.

Lateral izquierdo

Casetón o cartela central en altorrelieve de bronce: Género humano tentado por los siete pecados capitales: Soberbia, Ira, Envidia, Gula, Pereza, Lujuria y Avaricia.

Cuatro tondos en bronce: Lucifer; Adán y Eva; Caín y Abel; Dragón apocalíptico de siete cabezas.

Sobre cartela central, alegorías exentas: la Libertad y la Conciencia —Soledad-individualidad—.

Bases de los hachones en los cuatro ángulos

Esculturas de los cuatro Jinetes del Apocalipsis humillados, talladas en madera oscura y guarnecidos en bronce: Frontal: el Poder corruptor —la Peste— y la Guerra. Trasera: el Hambre y la Muerte.

Laterales de cabezas de varales

Delfines cincelados en bronce que representan psicopompos, espíritus que guían las almas de las personas en el tránsito de la muerte terrenal a la vida eterna. Símbolo de regeneración mediante la fe de cada persona en la Redención ganada por Cristo.

Faldones bordados en oro

Se trata de ocho broches que complementan la presentación del trono decorando las cuatro esquinas de los faldones mediante una ornamentación de traza clásica que presenta enmarcados en ocho tondos otros tantos símbolos de la Pasión de Cristo como la corona de espinas, el INRI, los tres clavos, la lanza con esponja, las escaleras, la Santa Faz de la Verónica, la columna y el flagelo y el cáliz.