FAROLES DE CRUZ GUÍA

 

Madera barnizada y plata de ley, 2005.

Talleres de Juan Borrero (Orfebrería Triana) bajo diseño de Fernando Prini Betés.

 

Al tratarse de enseres concebidos específicamente para escoltar en número de cuatro a la cruz guía, su diseño se encontró desde un principio ceñido a las directrices estilísticas de esa pieza. De un lado, por la combinación de materiales, que procura una armonía cromática con la insignia crucífera. De otro, en el propio lenguaje estético. La fina cenefa ornamental de los vanos acristalados deriva directamente de las cantoneras de la cruz guía, remedando su dibujo; las esquinas achaflanadas -ya que los faroles poseen planta octogonal-, contornean el maderaje oscuro del mismo modo; finalmente, encontramos los mismos frontis arquitectónicos de los remates de la cruz en cada una de las cuatro caras principales de los faroles. Cuatro airosas sigmas cierran la imaginaria arquitectura de estos elementos de iluminación, en una solución que parece inspirada en algunos tabernáculos, como el que Gian Lorenzo Bernini efectuó para el altar de San Pedro del Vaticano.

En su parte inferior, el edículo se asienta sobre una peana troncopiramidal también ochavada, según el estilo de las características peanas de carrete; esta estructura radica sobre una  macolla que actúa como nudo del sencillo asta de caoba barnizada.