La Archicofradía Sacramental, constructora de la parroquia de San Juan

Capilla Sagrario y Cristo

Conviene también resumir brevemente la importancia de la presencia activa y los servicios que esta Archicofradía Sacramental ha prestado durante siglos y presta todavía hoy a la parroquia de San Juan Bautista de Málaga. Así, la Archicofradía posee  dos  capillas propias en el templo parroquial de San Juan de Málaga:

La primera de estas capillas, la capilla Sacramental, se sitúa en la cabecera de la nave de la Epístola del templo parroquial y la posee la Archicofradía desde el nueve de junio de 1622, fecha en la que el entonces Obispo de Málaga, monseñor D. Luis de Cardona, ratificó la compra que de tales terrenos en la parroquia de San Juan habían realizado al señor D. Giuseppe Hendo los mayordomos de la Hermandad Sacramental D. Diego Torquemada y D. Rodrigo Alonso en escritura de ocho de abril de 1622, cuya copia consta en el Archivo corporativo.

Dicha capilla, en su austeridad, la más noble del templo, cobija en la actualidad la Augusta presencia de Jesucristo Sacramentado, así como, tras del Sagrario, la imagen del Santísimo Cristo de la Redención, efigie de Nuestro Señor Jesucristo crucificado  y  muerto, de tamaño natural, realizada en madera de “caobilla” policromada en el año 1987 por el escultor Juan Manuel Miñarro, y bendecida en la festividad de Todos los Santos de ese año por el entonces Obispo de Málaga D. Ramón Buxarrais Ventura.

El Sagrario, que alberga la Reserva del Santísimo, es una obra neoclásica labrada   en plata de ley por el orfebre malagueño y hermano de la Archicofradía D. Francisco Rodríguez Cumbres, la cual fue sufragada por la Archicofradía en 1854.

Esta capilla Sacramental fue completamente restaurada en su estructura y ornamentación a expensas de la Archicofradía en el año 1997. No obstante, la Hermandad ya restauró antes esta capilla entre los años 1940 y 1941, tras el saqueo del templo en los sucesos de la Guerra Civil (1936-1939).

Capilla Virgen Dolores
Virgen antigua

Además, la Archicofradía posee otra capilla en su templo parroquial, la tercera de  la nave de la Epístola, la cual fue donada a la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores en el año 1696 por D. Bernardo de Eslava, según consta documentalmente.

En dicha capilla se venera la bellísima imagen de Nuestra Señora de los Dolores, de tamaño natural, atribuida por el historiador Sánchez López a Antonio Asensio de la Cerda y fechada a fines del siglo XVIII, la cual fue donada a la Archicofradía en 1941 por  D. Antonio Pons y Ramírez de Verger tras perder la Hermandad su primitiva Dolorosa Titular, atribuida a Pedro de Mena, en los sucesos de 1936.

La imagen de Nuestra Señora se encuentra entronizada en un retablo de madera tallada y dorada, original del tallista Miguel Zarrío, quien realizó tal obra en el siglo  XVIII.

La capilla de Nuestra Señora ha sido igualmente restaurada por la Archicofradía  en el año 1998, como lo fuera también previamente en los años 1941 y 1980.

Consta documentalmente asimismo que la Archicofradía levantó a sus expensas la actual torre barroca de la parroquia entre los años 1689 y 1783, después de que en 1688 un terremoto destruyera la primitiva. También, entre otras diversas obras de importancia, consta que en el año 1761 la Archicofradía costeó el refuerzo y el embellecimiento de los pilares del templo o que en 1796 la Hermandad sufragó por sí sola el embaldosado completo de la parroquia. Igualmente, en 1832 la Archicofradía donó una custodia procesional para el Santísimo, la cual, desgraciadamente, se perdió en el saqueo padecido durante la mencionada Guerra Civil. Posteriormente, en 1941 la Archicofradía, junto a diversos feligreses, sufragó la realización en plata de ley de la actual custodia procesional que posee la parroquia y que habitualmente utiliza la Archicofradía en sus cultos eucarísticos.

Torre de San Juan