LA HUELLA DE LA FAMILIA ÁLVAREZ

Alfonso Vázquez

 

Los Álvarez, como tantas familias históricas de Málaga, provienen de la famosa Tierra de Cameros, una zona de España ligada a la fabricación de tejidos y de hecho, en Málaga fueron conocidos por las famosas Galerías Álvarez Fonseca, desaparecidas en 1989.

El investigador Fernando Alonso recuerda en uno de sus libros sobre la Málaga comercial que fue una rama de estos intrépidos cameranos, con negocios en Lisboa, la que a finales del XVIII aparece ya establecida en nuestra ciudad.

Estos primeros Álvarez eran los abuelos del malagueño Manuel Álvarez Fonseca (1822-1886), casado con la barcelonesa Francisca Net Misser (1831- 1890).

El 28 abril de 1878 Manuel Álvarez Fonseca, de 55 años, dirigía un escrito al hermano mayor de la Archicofradía de Dolores de San Juan, don Agustín Ledesma, en el que le solicitaba, en los elegantes términos de la época, que él y su esposa fueran admitidos como hermanos. El comerciante, de la feligresía de San Juan, recalcaba que tanto a él como a su mujer, de 45 años, al pedir su ingreso sólo les guíaba “su piadoso amor a la Stma Virgen y su deseo de participar de los beneficios espirituales concedidos a sus cofrades”.

La entrada en Dolores de San Juan fue un paso más que lógico para este comerciante que además de con un negocio textil, independiente del familiar, tenía una fábrica de ceras en la calle Nueva, 11, una empresa floreciente en unos tiempos en los que la electricidad todavía no imperaba en Málaga.

Por otra parte, la cerería de Manuel Álvarez Fonseca fue una de las proveedoras de la Archicofradía. Ejemplo de esto es un libramiento de 178,75 pesetas fechado el 31 de marzo de 1883, a favor del descendiente de cameranos, por haber entregado varias libras de cera, cera estearina y paquetes de velas, aunque parte del encargo no fue utilizado. Dada la fecha y las importantes cantidades, entre ellas 286 libras de cera, es más que probable que los encargos se debieran a los cultos de la Semana Santa.

Además, el comerciante e industrial malagueño también acudió en auxilio de la Hermandad en su calidad de prestamista, de lo que queda constancia en un documento de julio de 1877 en el que la Junta de Gobierno de Dolores de San Juan suscribió un crédito de 1.712 pesetas para cubrir un descubierto de la Junta saliente.

Por otro lado, el ingreso como hermano forjó una relación entre los Álvarez Net y la Archicofradía que se prolongaría en las siguientes generaciones y dejaría una importante huella. Así, nietos de Manuel y Francisca fueron los hermanos José y Alfonso Soria Álvarez, así como Francisco y Manuel Temboury Álvarez, todos ellos presentes en la junta de gobierno de Dolores de San Juan.

Otro vínculo muy especial lo forjaría una hija de la pareja, Asunción Álvarez Net, futura camarera de la Virgen, quien en 1883 se casó con el comerciante francés Julio Goux Mignacabal, miembro de la Hermandad desde 1892 y hermano mayor de 1906 a 1927, 21 años, el segundo mandato más largo en la historia, pues le superó su sobrino político, Carlos Rubio Robles (1882-1975), casado con Carolie Goux, que le sucedió a continuación y ocupó el cargo 47 años, de 1928 a 1975.

Julio Goux Mignacabal (1849-1927) vino a Málaga a trabajar con 15 años y con su futuro cuñado, el también francés Pedro Temboury Saint-Paul y otros socios creó la famosa ferretería La Llave, que contaría con una sucursal, El Candado. Disuelta la sociedad en 1883, en la que sólo quedaban los dos cuñados, Pedro Goux se quedó con La Llave, que en 1912 transformó en un edificio de nueva planta, en la actual calle Especería con calle Salvago, actual sede del diario La Opinión.

Al instinto comercial de don Julio hay que sumarle la buena fortuna, pues en 1889 le tocó el famoso Gordo de Navidad con lo que pudo cimentar bien sus empresas, que fueron muchas, entre ellas, además de ‘El Candado’, la industria de construcciones metálicas ‘La Metalúrgica’.

Este acaudalado y emprendedor personaje fue de gran importancia para la inestable vida de la Hermandad en los inicios XX, cuando el número de hermanos casi era testimonial y los problemas económicos acuciaban. Tras tomar posesión como hermano mayor el 1 de marzo de 1906 puso en marcha préstamos efectuados por él mismo y ventas para lograr liquidez, como una alhaja de la Virgen, mientras que en su último año de vida compró por 12.500 pesetas un pequeño terreno de la Archicofradía en San Miguel.

Durante el mandato de Julio Goux Dolores de San Juan tuvo que enfrentarse a la terrible riada de 1907 y cuatro años más tarde, para encauzar las cuentas, se tomó la histórica decisión de prescindir de los enterramientos obligatorios y de indemnizar por los no realizados.

En sus últimos años, en una carta al párroco de San Juan, don Emilio Cabello, el empresario francés restaba importancia a su papel en esas dos décadas de hermano mayor y señalaba que se había limitado a ser “un buen tesorero”. Prueba de que sus medidas fueron acertadas fue la compra de deuda pública en 1928, un año después de su muerte, por 18.400 pesetas. Los malos vientos económicos habían pasado y la Hermandad se había salvado gracias a su espíritu previsor.

Como se ha dicho, a su muerte le sucedió en el cargo su sobrino Carlos Rubio Robles, aunque por entonces, 1928, Rubio consta como mayordomo y así aparece un año más tarde en la firma del reglamento que actualizará los estatutos de casi cuatro décadas atrás.

Nombrado hermano mayor al poco de aprobarse el reglamento, afrontó la etapa más traumática de Dolores de San Juan a causa de la quema de iglesias y conventos de mayo del 31, una ola anticlerical que acabó con buena parte del patrimonio secular de la Hermandad, cuya capilla fue saqueada. Sin embargo, la imagen de la Virgen sobrevivió, aunque perdió un trozo del rostro y parte de las manos, por lo que fue enviada a Granada a que la restaurara José Navas Parejo. El golpe mayor se produjo el 18 de julio de 1936, con la pérdida definitiva de la talla durante un saqueo. Meses antes, la Archicofradía había vendido los títulos de deuda pública, que permanecieron depositados en poder del hermano mayor hasta 1941.

Ante los encarcelamientos y fusilamientos de malagueños pudientes, los Rubio Goux, que tenían pasaporte francés, marcharon a Casablanca hasta la toma de Málaga por Franco. Durante el largo mandato de Carlos Rubio Robles y tras diez años de trabajo se restauró la capilla en 1951. Un año antes tuvo lugar la salida extraordinaria de la Virgen de los Dolores con motivo del Vía Crucis durante la Gran Misión del obispo Herrera Oria.

A la muerte de Carlos Rubio le sucedió al frente de la Hermandad otro sobrino de don Julio Goux, Alfonso Soria Álvarez, hermano número 1 de la Archicofradía, y como primer teniente hermano mayor, el hijo de Carlos Rubio, Carlos Rubio Goux, una prueba más del papel de esta familia, que durante siete décadas rigió la vida de Dolores de San Juan, además de aportarle una ayuda decisiva en los momentos más difíciles.

Ilustraciones:

  1. Alta de hermanos de Manuel Álvarez y Francisca Net.
  2. Manuel Álvarez Fonseca.
  3. Francisca Net Misser.
  4. Asunción Álvarez Net.
  5. Julio Goux Mignacabal.
  6. Alfonso Soria Álvarez.
  7. Carlos Rubio Robles.
  8. Carlos Rubio Goux.