Federico Castellón Serrano
La figura de la Camarera de la Virgen desapareció del organigrama de la Archicofradía con la reforma de los Estatutos aprobada en 1977, sin embargo existen referencias históricas en nuestro Archivo de estas hermanas que, además de preparar el altar de Nuestra Señora de los Dolores, se encargaban de vestir y arreglar la Imagen para los cultos y eran depositarias de sus ropas y su ajuar.
En la documentación del Archivo Histórico de la Archicofradía se mencionan a las camareras de la Virgen desde el siglo XVIII, y sus nombramientos se realizaban por la Junta o el Cabildo de la Hermandad. Sin embargo la figura como tal no aparece regulada hasta los Estatutos de 1891[1], en cuyo artículo XX se estipula el nombramiento de “dos señoras hermanas tituladas 1ª y 2ª Camareras”, cuya principal función sería la de vestir a la Virgen y conservar bajo su cuidado y custodia las ropas de la Sagrada Imagen, así como los “manteles y pañitos” de su altar. Con las mismas atribuciones aparecerán en los artículos 20 y 21 del Reglamento de 1929[2].
Sin embargo ya existían noticias sobre las Camareras en el Libro de Inventario y Alhajas[3], que se inicia en 1745. En el acta del 17 de julio de 1786, a la hora de pormenorizar el inventario de la Hermandad se cita “la ropa y alhajas que paran en poder de Doña Teresa Casimiro. Camarera”. Aunque se podría deducir que esta señora hubiera ostentado dichas funciones mucho antes, ya que se le mencionaba en el acta del 4 de abril de 1755, en el que se daba cuenta de un lote de ropa de la Virgen, que había sufragado ella misma, formado por “un vestido de damasco negro, compuesto de basquiña y mantilla, forrado en olandilla para adorno de la Imagen de Ntra. Madre y Señora, unas tocas y unas enaguas de bretaña nuebas”.
También en el libro de Cabildos y Cuentas[4], en el acta del celebrado el 13 de abril de 1795, se trató el caso de Doña Ignacia Labat y Mota que “por sus que aceres y actuales achaques no podia ayudar a bestir a Ntra. Madre. Como actual Camarera que es tubo a bien remitir, como remitió, la ropa que le es de uso a Ntra. Sra. al referido Don Pedro de Vega [entonces Mayordomo de la Cofradía], los hermanos acordaron se le suplicase a Doña Teresa Rodríguez, hermana de esta Hermandad, cuidase del vestido y aseo de Ntra. Soberana Imagen, sin ser visto este nombramiento de tal camarera pues sigue siendo en nuestra gratitud la expresada Doña Ignacia”. En este caso como en la duración constatada del anterior podíamos deducir un carácter casi vitalicio del cargo ya que, aunque se nombra como sustituta a Doña Teresa Rodríguez, el Cabildo decide, con trato exquisito, mantener como camarera a Doña Ignacia aunque sea nominalmente.
La siguiente referencia la encontramos en un documento de 1862[5], en el que Doña María de la Concepción de Porta (mujer de Ramón Porta, que ocupó los cargos de Tesorero y Hermano Mayor entre 1871 y 1877), recibe como Camarera las alhajas de la Virgen que se hallaban en poder del Hermano Mayor Antonio Postigo.
Como vemos no era infrecuente que las Camareras dispusieran en sus casas de parte del ajuar y alhajas de la Virgen, aunque este patrimonio estaba siempre sujeto a las anuales inspecciones para la elaboración de los inventarios. El 28 de noviembre de 1901, la Junta de Gobierno confirma en sus cargos como Camareras a Doña Julia y Doña Carmen Abela[6], rogándoles “que para cumplir disposiciones superiores y conservar el inventario en la forma debida se hace necesaria una nota de los objetos que obran en su poder y que sean pertenecientes a la Santísima Virgen”. En contestación a dicho oficio Doña Julia Abela, remitirá poco después a la Hermandad una relación detallada de las ropas pertenecientes a la Virgen que ella custodiaba.
En estos últimos casos se aprecia que el cargo de Camarera es otorgado con frecuencia a las mujeres de los Hermanos Mayores y directivos, cuestión que se repetirá durante todo el siglo XX con las esposas de don Julio Goux, doña Asunción Álvarez Net, de don Carlos Rubio Robles, doña Carolie Goux Lafenetre, y de don Carlos Rubio Goux, doña María Luisa Verdaguer.
Precisamente el exorno de Nuestra Señora de los Dolores vendrá a constituirse en uno de los principales puntos de fricción que conllevaría a la formación de la Comisión Gestora que rigió a la Archicofradía entre 1978 y 1979. Como cuenta Ricardo Ballesteros[7], con la llegada de aquel grupo de jóvenes que revitalizó la Hermandad se había consentido que la Imagen fuera vestida por Rafael de las Peñas. Sin embargo, la desaprobación del arreglo de la Virgen por sus tradicionales Camareras en la Cuaresma de 1978, por parte de aquellos nuevos y jovencísimos directivos será el detonante de numerosas fricciones que culminan con la intervención de la Archicofradía por el Obispado. Durante la Gestora y hasta 1981 las antiguas Camareras seguirán vistiendo a la Sagrada Imagen, y ya normalizada la situación, en la Cuaresma de 1982, Rafael de las Peñas volverá a encargarse del exorno de Ntra. Sra. de los Dolores, labor que desde entonces no ha dejado de realizar.
[1] (A)rchivo (H)istórico de la (A)rchicofradía de los (D)olores de (S)an (J)uan. Libro 21. Estatutos de la Archicofradía Sacramental de Nuestra Señora de los Dolores en la Parroquia de San Juan. Málaga. 1891.
[2] A.H.A.D.S.J. Libro 16. Reglamento de la/ Archicofradía Sacramental/de/ Ntra. Sra. de los Dolores/de la/Parroquia de San Juan/en/Málaga. 1929
[3] A.H.A.D.S.J. Libro 1. Libro de Imbentario del Y Alajas que tienen la her/mandad de N.ªS.ª de los Dolores en la Iglesia parroquial de s.r s.n Juan desta Ciudad. 1747-1793.
[4] A.H.A.D.S.J. Libro 29. Libro de Actas de Cabildos y Cuentas. 1795-1807
[5] A.H.A.D.S.J. Leg.10, p.12, d.1. Inventario de las alhajas de Ntra. Sra. de los Dolores. 1862
[6] A.H.A.D.S.J. Leg.10, p.21, docs. 1 y 29
[7] BALLESTEROS LIÑÁN, Ricardo “VII. De la vuelta al culto externo (1978) hasta nuestros días” en CASTELLÓN SERRANO, Federico (Coord.) Archicofradía Sacramental de los Dolores. Historia y Patrimonio, págs. 248 y 255. Málaga, 2013.
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