Trono del Cristo

Al plantear el inicio del proyecto, existían dos circunstancias condicionantes de las que se ha debía partir: por un lado, unas medidas limitadas, definidas éstas por la puerta de la parroquia de San Juan y sobre todo, por el cancel de la puerta de las Cadenas de la Catedral. Por otro, el Cristo debía ir iluminado por cuatro hachones de cera, tal cual indican las Reglas de la Archicofradía.

El trono es de planta rectangular —basilical—, con ingletes. De estilo sobrio, inspirado en el Renacimiento, sin intentar incluir ningún elemento extraño a dicho estilo. Los grutescos de las tallas decorativas de los paños laterales son de estilo Plateresco español.

Los materiales usados son la madera noble, cedro y caoba, teñida en oscuro y barnizada a muñequilla, y bronce.

El trono se compone de tres cuerpos bien definidos: plinto, cajillo y sobrepeana, con distribución de imaginería alegórica, iluminado por cuatro hachones y diez faroles.

De líneas rectas, el frontal se compone de dos paños delimitados por varios juegos de ingletes en los que se insertan las pilastras conformadas por los atlantes de bronce y decoración vegetal de laureles. Cada paño está decorado con figuras alegóricas, antropomórficas y zoomórficas, y están centralizados por un tondo del que parte un farol de sección cilíndrica que, sustentado por un brazo curvo, ilumina las paredes del cajillo. En el eje central del frontal se sitúa un tabernáculo de planta circular, soportado por cuatro columnas en el que se inserta una alegoría  sacramental —el Cordero Pascual—, realizada en bronce. Como remate del tabernáculo, aparece una perinola en bronce con decoración arquitectónica. El plinto, en su eje central, tiene a su vez un saliente redondeado, para recoger la base del tabernáculo.

El lateral sigue las mismas líneas estéticas del frontal, pero con distintos elementos. Así, dos paños, esta vez de mayor longitud, separados por ingletes, acogen de nuevo figuras alegóricas, que son distintas en cada paño, pero esta vez rodean a dos tondos con escenas, realizados en bronce, y de nuevo dos faroles, uno en cada paño. En el centro del lateral, una gran cartela rectangular contiene una escena en bronce realizada en altorrelieve, rematada por una pareja de figuras alegóricas recostadas sobre la base superior del cajillo y un tercer farol de similares características.

La trasera es similar al frontal, pero sustituyendo el tabernáculo por una cartela cuadrada con un altorrelieve en bronce. De esta forma, frontal y trasera están conformadas por elementos asimétricos.

El cajillo lleva, asimismo, en todo su perímetro unos juegos de molduras con decoración de gallones, ovas y filacterias con la leyenda escrita en latín, intercalándose la decoración hecha de bronce y de madera.

El plinto, de forma rectangular, está decorado con un molduraje de laureles tallado en madera con anillos de bronce.

La sobrepeana, a su vez, es de sección cóncava, con las esquinas ochavadas para dar cabida a las figuras de la esquinas. Se compone de varias molduras de decoración geométrica y de laureles, con anillos de bronce.

Los cuatro hachones siguen la misma línea compositiva del resto del trono: decoración de gallones, arquitectónica, geométrica y vegetal, intercalándose los elementos en madera y bronce.

En las cuatro esquinas del trono, en la base superior del cajillo, se insertan las figuras de los cuatro jinetes del Apocalipsis.

La altura media del trono es de 85 cm., incluyendo plinto, cajillo y sobrepeana, y la altura de los hachones, sin la cera, de 75 cm. El plinto mide 375 x 260 cm.