Federico Castellón Serrano
Responsable del Archivo Histórico.
Seleccionamos hoy como documento del mes una de las notas manuscritas de D. Narciso Díaz de Escovar, conservadas en el Archivo propiedad de Unicaja que recibe su nombre (Caja 127. 22.1). El escrito va titulado como “San Juan. Dolores (Nª Sª de los)” lo que en principio puede inducirnos a pensar en una referencia a la venerada Titular de nuestra Archicofradía. Sin embargo, el erudito se refería a una imagen de Dolorosa expuesta a la veneración pública en una casa de la calle Salvago. Esta capilla callejera de Nuestra Señora de los Dolores, formaba parte de los entonces numerosos elementos sacralizadores del espacio urbano, cuya misión era, en palabras del profesor Sánchez López, “propiciar y atraer los efectos propios de su simbolismo no sólo sobre los propietarios del inmueble sino sobre toda la población”.
Francisco Bejarano, en sus calles de Málaga, también hizo referencia a esta imagen al describir la antigua calle Marchante, denominada después como Salvago, al establecerse allí aquella poderosa familia, estrechamente vinculada a nuestra Archicofradía Sacramental.
Según el archivero municipal, los Salvago habitaban la casa que hacía esquina a las Carnicerías (actual calle Especería), solar donde D. Julio Goux levantaría el edificio de “El Candado”, y esta Virgen de los Dolores se ubicaba en el balcón del piso principal del edificio de la esquina opuesta (actual nº4). La imagen ocupaba una hornacina “iluminada constantemente y con muchos exvotos” dada la fama de milagrosa que había adquirido.
Este tipo de capilla callejera en un balcón elevado, al que se refiere Bejarano, no es infrecuente en localidades de la provincia, como las que hoy se conservan dedicadas a la Virgen de la Piedad en Vélez o a la Virgen de los Dolores en Marbella, pero también existieron en Málaga capillas de este tipo como la de la Virgen de la Salud en calle Granada, coetánea a la que nos ocupa, de la que se conserva un documento gráfico en la estampa realizada por el grabador malagueño José María de la Cerda.
Díaz de Escovar relata que una vecina llamada Ana Trigo refirió a su suegra que la imagen era propiedad de un religioso exclaustrado que vivía con su hermana en aquel piso, lo que nos la sitúa en torno al primer tercio del siglo XIX, y al irse de Málaga la dejó al cuidado de los nuevos vecinos de esta casa.
D. Narciso apunta algún dato sobre estos vecinos, como los referentes a la familia del traductor, periodista y dramaturgo catalán José Feliu y Codina, muy conocido en su época como autor de “La Dolores”, drama llevado a la ópera por Tomás Bretón. Según las notas del cronista, La Virgen de los Dolores estuvo al cuidado de su mujer durante algunos años previos a 1897, fecha en la que el matrimonio se encontraba domiciliado en Madrid, según las noticias que sobre el fallecimiento del escritor daba la prensa de la época.
Aquella casa fue demolida en los primeros años del siglo XX, y la Virgen fue recogida y trasladada a la parroquia de San Juan por su párroco, D. Fernando Naranjo Barea, en 1907.
Díaz de Escovar relata que el presbítero le hizo un pequeño altar junto a la puerta que daba a la calle Santos. Sin embargo, no existe constancia de aquella imagen en los inventarios parroquiales conservados. La pequeña hornacina dedicada a San Nicolás, que da nombre a la puerta lateral del templo, sigue manteniendo el valor sacralizador del espacio urbano que muy posiblemente, y en ese mismo lugar ostentara la pequeña imagen de Nuestra Señora de los Dolores de la antigua calle Marchante.
Imágenes:
- Narciso Díaz de Escovar.
- Capilla de la Virgen de la Salud en calle granada. Grabado calcográfico de José María de la Cerda. Primer tercio del siglo XIX.
- Capilla de la Virgen de los Dolores. Marbella.
- Caricatura de José Feliu y Codina (La Semana Cómica, 17 de agosto de 1888).
- Puerta de San Juan y hornacina de San Nicolás.